“Si no puedes comunicarte, es como hacerle un guiño a una chica en la oscuridad: no pasa nada. Pero si aprendes Oratoria, tu valor profesional aumentará un 50%”
La frase no es mía sino de Warren Buffett y por si no lo conoces te lo presento.
Buffett es un señor que pasa de los 90 y le llaman el Oráculo de Omaha por dos razones. La primera porque es el inversor en bolsa más exitoso y famoso de todos los tiempos; y la segunda porque sigue viviendo en la misma casa de su ciudad natal de Omaha (Nebraska) desde hace varias décadas, pese a que con su fortuna podría comprarse docenas de veces la Torre Trump con Donald dentro.
Por su apariencia, podría parecer un incauto abuelo que disfruta cuidando bonsáis, pero no te dejes engañar porque cualquier inversor de Wall Street pagaría muchos miles de dólares por tomar un café con él y pedirle consejo. Sin embargo, Warren no pierde el tiempo, sólo invierte y multiplica su dinero.
Hechas las presentaciones, te voy a contar una curiosa historia sobre este peculiar personaje
En los años 50, Warren era un estudiante de Administración y Dirección de Empresas. Tenía tanto miedo escénico que escogía las asignaturas en función de si tenía o no que hablar en público.
Recién terminada la carrera decidió poner remedio a este problema. ¿Así de repente, de la nada, de un día para otro? No. Warren lo meditó mucho e hizo la siguiente reflexión:
“ El miedo escénico actúa como un gran muro que me paraliza y me impide avanzar. Si logro superarlo, estaré entre los pocos elegidos que pasen al otro lado y ahí, en ese lugar, es donde está el crecimiento profesional y por tanto el dinero ”.
Es decir, Warren reinterpretó el miedo escénico, lo entendió como un filtro, como algo positivo y útil para superar profesionalmente a aquellos con su mismo currículum y de esa manera poder destacar.
Bien, ésta es sólo la primera parte del camino que tuvo que recorrer el Sr. Buffett para dominar la oratoria sin que ella le dominara a él. La historia completa la he denominado:
“El RAP de Warren Buffett”
Por ahora tenemos la R: Reinterpretar el miedo escénico como algo positivo, pero aún nos quedan los pasos A y P para completar el baile y descubrir cómo hizo para combatir el miedo a hablar en público.
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— Esaú Martín.
Para conocer cómo acaba el “RAP de Warren Buffett”, aquí:
Escribo historias para destacar al hablar en público varias veces a la semana.
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